Un buen calzado laboral para empresas que cumpla la normativa en prevención de riesgos laborales debe reunir los siguientes requisitos: Evitar daños por la caída de objetos pesados o punzantes, aislar frente a líquidos -ácidos o corrosivos-, fijar la pisada en suelos resbaladizos, y aislarnos de fuentes de calor o electricidad.

Para cumplir con estas expectativas, un calzado laboral resistente, tanto botas como zapatos, debe estar fabricado con los materiales adecuados. Además de ser un calzado seguro debe ser ergonómico y permitir realizar el trabajo de forma cómoda. Un buen diseño contará también con dobles costuras y refuerzos en uniones para alargar su vida útil.

Al comprar un calzado laboral deberemos fijarnos en el tipo de trabajo que vamos a desarrollar. Por lo general deberemos buscar materiales transpirables, y según el caso será necesario refuerzo metálico en la punta, suela de goma anti deslizante, o aislante para evitar resbalones o electrocución si trabajamos junto a fuentes de corriente.